Por Ricardo Bustos
El conocido encuestador Jaime Durán Barba, cuenta que cierto día realizó una encuesta preguntando a la población si le gustaría que el próximo presidente fuera de izquierda, derecha o si no le importaba. La respuesta a dicha consulta dio como resultado que un 4% prefería de derecha, un 6% de izquierda y al 90% restante le importaba un comino.
Así las cosas, vemos que solo hay un grupo de ciudadanos que se interesan por la ideología y precisamente son aquellos que tienen aspiraciones de poder ocupar algún lugar importante en un gobierno.
La historia argentina nos muestra que siempre han existido los antagonismos y por exponer esas posiciones plagadas de fanatismos, hemos ido incorporando al imaginario colectivo una enorme cantidad de mentiras que muchos llegaron a creer sin reflexionar sobre los motivos que impulsaron a caer en esos vicios.
En países civilizados, aún con problemas como los nuestros, las campañas electorales duran apenas un mes y se ahorran millones de pesos porque los candidatos a su electorado tratan de convencerlo por medios mas convencionales, como por ejemplo demostrar que además de parecer honestos, deben serlo.
Argentina y un traspaso de poder traumático, con una presidente que debía abandonar el poder porque las urnas dijeron que un candidato opositor tuvo mas votos que quien representaba a su propio partido, una falta de lógica en los funcionarios que responden a su mandato que se han clavado en sus sillones porque no pueden aceptar que todo cambia, con normalidad y respeto hacia la gente que depositó su confianza en un nuevo gobierno.
Los liderazgos si no se sostienen en el tiempo, son como un helado al rayo del sol y después difícilmente se pueden reconstruir. Nuestro país se ha caracterizado por ser uno de los pocos en donde un presidente deja el poder y no vuelve nunca mas y ello se debe a la instalación de ideologías y no de ideas, convirtiendo lo popular en populista, concentrando el poder sometiendo a una clase pobre, política e intelectual utilizando para ello el miedo a perder aquello que por Ley igual le hubiera correspondido, como ejemplo los subsidios de todo tipo que nacieron por una crisis política en el año 2001 y se extendieron durante los 12 años que la nación se ha mantenido en emergencia económica.
Somos muy raros los argentinos. Siempre se espera que un mandatario se retire a los jardines de invierno para investigar sus actos institucionales. La verdad no la sabemos pero resulta extraño que aquellos temas que encabezan la lista como faltas graves del propio Estado, siempre se cajonean o desvían la atención de quienes se interesan al seguir su desarrollo en los medios.
¿El Fiscal Federal Nisman se suicidó o lo suicidaron?.
Todavía estamos en la luna de Valencia, su familia desespera por tener algún resultado de la investigación y el pueblo necesita volver a creer en la justicia. Pero hay denuncias mas grandes y graves. Según publica Informador Público, «el ciudadano Renzo Enrique Godoy, patrocinado por el abogado Enrique A. Piragini presentó un escrito en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ampliando su presentación anterior donde solicitaba la exhumación del cadáver del extinto presidente Néstor Carlos Kirchner, a fin de conocer, de una vez por todas, lo sucedido con el ex Presidente».
No tenemos seguramente capacidad para tratar de desentrañar la telaraña de lo que se menciona, pero las dudas, muchas veces resultan ser mas fuertes que los resultados de las investigaciones y así no se construye una democracia.
Como vemos, la delincuencia, corrupción, soberbia político económica, nada tienen que ver con la izquierda o la derecha, lo grave es que un gran porcentaje no sienta preocupación por lo que sucede y no se explica como es debido.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556